¿Qué obras no necesitan licencia?

Es probable que en alguna ocasión te hayas preguntado si se puede empezar una obra sin licencia. La respuesta es negativa, siempre y cuando se trate de una obra mayor o una menor. Pero, ¿sabías que hay algunos proyectos que no requieren este tipo de permiso? En efecto, concretamente los que detallaremos a continuación.

Antes de dar comienzo a la lista, conviene aclarar que algunas obras que forman parte del siguiente listado no necesitan licencia, pero sí obligan al propietario del inmueble a llevar a cabo la conocida como declaración responsable de obras de escasa cantidad constructiva y sencillez técnica. Así pues, para salir de dudas conviene ponerse en contacto con el ayuntamiento o con la constructora que vaya a encargarse del proyecto.

Cambiar las ventanas o las persianas

Empezamos por uno de los procesos más habituales entre las reformas que tienen lugar en la actualidad: la renovación tanto de las ventanas como de las persianas. En ambos casos, no se requiere permiso de obras, pero sí la comunicación que hemos mencionado en el anterior párrafo -la cual también es exigida por las siguientes obras que detallaremos, hasta llegar a la de sustitución de instalaciones propias-.

En lo que respecta al cambio de ventanas o persianas, el principal objetivo de los propietarios de los inmuebles consiste básicamente en mejorar la eficiencia de la casa o del piso. Si también es tu caso, es importante que antes de hacerlo te informes acerca de qué material elegir para las ventanas de nuestro hogar y qué tipos de apertura de ventanas existen y cuál elegir. Solo así tomarás una decisión cien por cien acertada.

Tal como vimos en el artículo sobre cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma, es una de las renovaciones hogareñas que más influyen en este sentido. Y no es para menos, puesto que más allá de la eficiencia energética, tras concluir el proceso también se evidencia una gran mejoría en lo que respecta al aislamiento acústico.

Renovar las barandillas

La seguridad en el hogar es importantísima, sobre todo si en él viven niños o personas de avanzada edad. Uno de los elementos que afectan de manera directa a este factor tan relevante son las barandillas, por lo que no conviene dejar que los años se acumulen en exceso en dicha estructura que ejerce de parapeto.

Cuando esto sucede, su nivel de seguridad disminuye, por lo que conviene renovar las barandillas, independientemente de cuál sea el lugar en el que se encuentren instaladas: las escaleras que dan acceso a las dos plantas de un dúplex, el balcón, etcétera.

Instalar fontanería, sistema de electricidad o de climatización

¿Recuerdas que antes hemos hecho referencia a la eficiencia? En este sentido, saber qué tipos de aislamiento térmico puedes poner en tu hogar y qué beneficios tienen no es lo único necesario para obtener un óptimo resultado. Y es que ello de poco sirve si el sistema de climatización presente en el domicilio es ineficiente porque se fabricó hace muchos años. Renovarlo no exige al propietario solicitar un permiso, por lo que no tendrás que preocuparte de cuánto cuesta una licencia de obra.

Lo mismo hay que decir de las instalaciones eléctricas. En lo que respecta al agua, si la sustitución es interior y abarca el suministro del líquido elemento o la evacuación del mismo, tampoco es preciso solicitar un permiso de obra.

Pintar las paredes interiores

Es importante que sepas que hay una gran diferencia entre pintar las paredes ubicadas en el interior de una vivienda o hacer lo propio con aquellas que dan al exterior. En este último caso, tendrás que acudir al ayuntamiento de la localidad para pedir la licencia.

Por suerte, si vas a pintar las paredes del interior -una de las 10 fases de una reforma integral-, bastará con comunicárselo al consistorio para que den el visto bueno sin necesidad de un permiso propiamente dicho.

Quitar el gotelé

Si la pared ya de por sí es lisa, no es necesario quitar el gotelé para pintarla. Pero, ¿qué pasa con aquellas que sí tienen este revestimiento? A pesar de otorgarles un importante lavado de cara con una tonalidad completamente distinta a la anterior, seguirían mostrando ese aspecto anticuado que tan propio es de dicha técnica de esparcimiento de pintura que se utilizaba muchísimo hace años.

En muchas reformas de pisos que tienen lugar hoy en día, quitar el gotelé es uno de los primeros pasos que se llevan a cabo, por supuesto antes de pintar. Afortunadamente, estamos ante otro proceso que no requiere permiso.

Sustituir una instalación propia

Tras haber descrito varias obras que en muchos municipios sí exigen la declaración responsable de obras de escasa cantidad constructiva y sencillez técnica, ha llegado el momento de empezar a abordar las que, en la mayoría de casos, ni siquiera han de ser comunicadas al ayuntamiento para dar comienzo al proyecto en cuestión. La primera de ellas es la sustitución de instalaciones propias.

Eso sí, es fundamental cerciorarse de que las instalaciones nuevas que van a sustituir a las antiguas son seguras y eficientes a partes iguales. Además, conviene que se encarguen de ellas los expertos en la materia, como por ejemplo los especializados en instalación de aire acondicionado.

Cambiar cualquier soldado o alicatado

El paso del tiempo se evidencia en algunas superficies, sobre todo en los cuartos de baño. Es por ello que muchos propietarios deciden llevar a cabo reformas de baños, renovando los soldados y alicatados no sin antes informarse acerca de cómo elegir los azulejos y revestimientos para la reforma de tu baño.

Sea cual sea tu elección, no te preocupes por cuál es la diferencia entre el ICIO y la licencia de obra ni por otros aspectos relacionados con los permisos que conceden los ayuntamientos, puesto que esta obra se puede llevar a cabo sin necesidad de realizar trámite burocrático alguno.

Lijar el parquet

Si tomaste una buena decisión al informarte sobre qué tipos de parquet hay y cuál elegir, estarás encantado con el resultado que obtuviste. Sin embargo, es un tipo de material que requiere mantenimiento para presumir de un estado óptimo.

Una de las tareas que hay que llevar a cabo con una cierta regularidad -concretamente cada década- se resume en lijar el parquet. Si bien es cierto que es bastante tediosa, al menos no exige lidiar con el engorro de tener que pedir un permiso al ayuntamiento. Por otra parte, para ahorrarte el esfuerzo físico, puedes optar por depositar la confianza en especialistas en instalación de parquet y pavimentos que se encargarán de lijarlo por ti.

Como acabamos de ver, hay varias obras que no necesitan licencia. Si pretendes llevar a cabo cualquiera de estos cambios o renovaciones en tu vivienda, no tienes que ir al ayuntamiento para solicitar el oportuno permiso. Sin embargo, en caso de que vivas en una comunidad, es recomendable hablarlo previamente con los vecinos, sobre todo si es un proceso de larga duración que generará residuos o ruido.

Eso sí, hay que tener en cuenta que depende de cada ayuntamiento. Por ejemplo, pintar las paredes tal vez no requiera ser comunicado antes de dar comienzo al proyecto de decoración y pintura. Sin embargo, otros municipios sí exigen ser informados, aunque no den un permiso al uso. Es por este motivo que, ante la más mínima duda, debes ponerte en contacto con el consistorio de la localidad en la que se encuentra la vivienda.