De todas las partes que conforman una vivienda, la fachada es una de las más importantes, ya que proporciona al inmueble su respectiva identidad. No hay ningún otro elemento que pueda observarse desde fuera. Por otra parte, es una barrera arquitectónica idónea para luchar contra los efectos de los temporales: desde intensas lluvias hasta vientos huracanados. Es por todo ello que conviene elegir un buen material a la hora de dar forma a una fachada. Hoy profundizaremos en uno de los más solicitados en nuestros proyectos de fachadas: la piedra natural de la que ya hablamos en nuestro artículo sobre qué tipos de pavimentos exteriores hay y cuál elegir.
Debido precisamente al éxito creciente de la piedra como material para las fachadas, con el paso del tiempo han surgido más alternativas por las que pueden decantarse los propietarios. Esto puede generar muchas dudas al tomar una decisión, las cuales vamos a despejar con la información que hemos recopilado en esta guía en la que te explicaremos no solo los tipos de piedra existentes, sino también la mejor manera de darles el mantenimiento adecuado.
Materiales utilizados en las fachadas de piedra
Las fachadas de piedra se catalogan en base al material del que están hechas y al acabado que se les da. En primer lugar, vamos a ahondar en las piedras en concreto que son utilizadas para dar forma al paramento exterior.
Piedra caliza
Aunque tiene otros componentes, el compuesto químico conocido como carbonato de calcio es el que cuenta con una mayor presencia en la piedra caliza. Lo que más destaca de ella, obviando la versatilidad en la que profundizaremos a continuación, es el aspecto visual inconfundible. Y es que no hay ninguna otra piedra que proporcione un resultado tan homogéneo en las fachadas. En lo que respecta a su versatilidad, dicha característica queda demostrada con la posibilidad de colocar piedra caliza en suelos, otra de las partes más importantes en toda vivienda que se precie, por lo que te sugerimos que, si pretendes renovar tu hogar, previamente te informes acerca de cómo elegir el tipo de suelo para cada estancia de tu hogar.
Mármol
Los profesionales del sector de la decoración y pintura casi siempre recomiendan el mármol a sus clientes. Y no es para menos, puesto que si pasamos por alto sus desventajas –especialmente el mantenimiento más regular y costoso, amén de la menor durabilidad–, destaca por encima del resto de alternativas por ser espectacular a nivel visual. ¿Merece la pena? Desde luego, siempre y cuando estés dispuesto a contratar a expertos en reformas cada década, puesto que como hemos dicho antes, no dura tanto tiempo en buen estado como los demás tipos de piedras.
Arenisca
De un material no demasiado resistente pasamos a otro que llama poderosamente la atención por ser todo lo contrario: la arenisca, compuesta por elementos como la arena mineral y el feldespato –muy presente este último en la corteza de la Tierra–. Por muchos años que acumule, sigue preservando su estética y funcionalidad. Esto le lleva a ser uno de los materiales más solicitados por nuestros clientes que recurren al servicio de reformas de casas.
Pizarra
En las reformas en Alt Empordà que llevamos a cabo, la pizarra es un tipo de piedra natural muy demandado por nuestros clientes que saben que resiste perfectamente el viento y los cambios de temperatura. Si en tu zona también es habitual que la cifra de grados centígrados aumente y disminuya de manera considerable en un período de tiempo bastante corto, no te lo pienses dos veces y decántate por la fachada de pizarra cuya tonalidad oscura es inconfundible. Su uso va más allá de la fachada, puesto que también se suele utilizar para dar forma a los techos, concretamente a los conocidos como «a dos aguas», los cuales analizamos en su momento cuando hablamos sobre qué tipos de techos hay y cuál elegir.
Granito
Por muy elevada que sea la temperatura del exterior, no le pasa factura al granito porque es una de las piedras naturales más resistentes en este sentido. Por si fuera poco, la erosión tampoco hace mella en su apariencia, la cual permanece intacta por muchos años que acumule. Es reseñable la enorme cantidad de acabados que hay a disposición de los usuarios. Por ende, no es de extrañar que se deje ver en muchas encimeras, tal como dijimos en nuestro blog, concretamente en el artículo de qué tipos de encimeras de cocina hay y cuál elegir.
Tipos de acabados
Independientemente del material elegido, el propietario también puede escoger una característica que adquiere una especial relevancia sobre todo en términos visuales: el acabado.
Serrado
Este acabado es compatible prácticamente con todos los materiales que hemos listado antes. Los bloques proceden a cortarse, obteniendo como resultado una fachada cuya tonalidad tiende a la blancura. La textura es rugosa y presenta multitud de poros.
Pulido
De una apariencia bastante rugosa pasamos a una que es completamente distinta: la del acabado pulido. Y es que lo que más destaca de esta opción es la lisura de la cual presume –a diferencia del serrado que es mate–. A la lista de aspectos positivos hay que sumar la ausencia de poros y el brillo que le caracteriza. Aunque se deja ver en fachadas, también es habitual dar con este tipo de acabado en el interior de las viviendas. Si tienes pensado colocar piedra natural en la parte de dentro de tu casa o piso, investiga antes sobre cómo elegir y aplicar acabados naturales en paredes interiores.
Flameado
Acabado compatible solamente con el granito, ya que es el único que resiste las elevadísimas temperaturas –casi 3.000ºC– a las que se somete al material. De esta manera, las astillas de las rocas conocidas como esquirlas pasan a ser historia, obteniendo como resultado una fachada que es rugosa y resistente a partes iguales.
Arenado
El nombre de este acabado viene dado por un proceso que tiene lugar para darle forma: proyectar un tipo de arena que se utiliza en el mantenimiento de piscinas una vez ha concluido la fase de diseño y construcción de piscinas. En concreto, se trata de la arena de sílice. El relieve resultante es granulado, pero a pesar de ello mantiene la uniformidad, una característica visual que valoran muy positivamente los propietarios de viviendas que deciden someterlas a reformas integrales. Siguiendo el ejemplo del serrado, estamos ante un tipo de acabado que puede aplicarse en todos los materiales.
Lajado
¿Eres de esas personas a las que les gustan las superficies irregulares? En tal caso, el acabado lajado está hecho para ti. Suele pensarse que este tipo de acabados carecen de brillo, pero no es el caso que nos ocupa, especialmente si el trabajo se lleva a cabo sobre los minerales conocidos como micas. En gran medida, esto es fruto de la notable presencia de cuarzo en su composición.
Apomazado
¿Recuerdas que al hablar del acabado pulido hemos hecho mención al brillo elevado? En este caso sucede todo lo contrario a pesar de que ambos acabados presumen de una lisura fácilmente apreciable a simple vista. Entonces, ¿por qué tantas personas optan por él? En parte lo hacen atraídas por su gran durabilidad.
Abujardado
En Montero Construccions llevamos más de 50 años dando forma a fachadas y, desde hace casi medio siglo, el abujardado siempre ha estado disponible en nuestra lista de acabados. Exige bastante trabajo físico, puesto que se requieren golpes con herramientas conocidas bajo el nombre de bujardas, aunque hay sistemas que obtienen automáticamente un resultado similar o incluso idéntico. En ambos casos, los impactos que se producen son los que terminan confiriéndole la homogeneidad visual que tanto gusta a los propietarios.
Cómo dar el mantenimiento adecuado a las fachadas de piedra
Las fachadas de piedra llevan décadas en pleno auge debido no solo a la gran variedad existente y que acaba de hacerse evidente con los dos anteriores listados. En ello también ha colaborado una característica que los dueños de casas tienen muy en cuenta: la durabilidad. Eso sí, para que este paramento exterior resista a la perfección el paso de los años, es fundamental darle el mantenimiento adecuado:
Limpia habitualmente la piedra: No es necesario adquirir productos específicos, ya que con el agua es más que suficiente. Además, si sabes cómo implementar sistemas de recuperación de agua de lluvia en tu hogar, podrás aprovechar el líquido elemento caído del cielo para no gastar nada en el mantenimiento de tu fachada. En cualquier caso, ayúdate de un cepillo con un bajo nivel de dureza con tal de que la suciedad desaparezca por completo. Dicha limpieza debe llevarse a cabo semestralmente, pero te recomendamos efectuarla cada trimestre si tu inmueble está ubicado en una zona de abundante suciedad o contaminación.
Sella la fachada: Dependiendo del tipo de fachada de piedra por la que optes, puede ser necesario que la selles cada cierto tiempo, tal como demuestra el mármol. En caso contrario, las pequeñas aperturas podrían derivar en que la humedad acabase pasando factura al conjunto, así como las manchas en general.
Repara las grietas: Continuando con lo referente a esas aperturas difícilmente visibles, hay que decir que algunas requieren ser reparadas. Es entonces cuando hablamos de grietas. Para evitar que vayan a más y terminen produciendo daños de considerable gravedad, es aconsejable contratar a expertos en reparaciones.
Como acabamos de ver, las fachadas de piedra no requieren un mantenimiento complejo, factor que las diferencia notablemente de otros materiales que sí exigen ser tratados regularmente con pinturas específicas y demás productos químicos. Si a este aspecto sumamos otras ventajas como los excelentes resultados que proporcionan en lo que se refiere a la eficiencia energética, amén de tener su origen en la naturaleza, no sorprende que este tipo de paramentos exteriores cada vez sean más demandados. Así pues, si no sabes cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma, no dudes en renovar dicha superficie revistiéndola con piedra.