¿Cómo hacer una piscina de obra? Proceso de construcción paso a paso

Tras informarte sobre cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma y averiguar que una piscina en el jardín es una de las mejores maneras de hacerlo, es probable que quieras dar el paso. En tal caso, has de saber que es un proceso complejo, por lo que la inmensa mayoría de propietarios decide depositar la confianza en una empresa especializada en diseño y construcción de piscinas.

Pero, ¿qué pasa si decides llevar a cabo el proyecto por tus propios medios? Si optas por esta vía, es fundamental que sepas qué pasos hay que realizar para obtener un buen resultado. En Montero Construccions, como expertos en reformas de jardines y exteriores, llevamos medio siglo dando forma a todo tipo de piscinas de obra, así que hemos decidido compartir nuestros conocimientos en la guía que leerás a continuación. Presta atención a las siguientes líneas y, cuando termines de leer el artículo, serás capaz de hacer una piscina de obra desde cero.

Obtener la licencia

Sin este primer paso no puedes dar comienzo a todos los demás, así que ve al ayuntamiento del pueblo o de la ciudad en la que se encuentra ubicada la vivienda en la cual pretendes construir una piscina. No podemos explicártelo de antemano porque los requisitos y otros aspectos varían en función de cada municipio, por lo que es imprescindible que te pases por allí para que te informen de todo.

Eso sí, hay algo que coincide indistintamente de cuál sea el ayuntamiento: hay normas de obligado cumplimiento y se requiere una licencia de obra. Esto último tal vez te lleve a plantearte la cuestión de cuánto cuesta una licencia de obra, la cual ya abordamos en su momento en este mismo blog.

Ten en cuenta que no se puede empezar una obra sin licencia, aunque se trate de una piscina -si bien es cierto que algunos proyectos no requieren este permiso, tal como dijimos en el artículo sobre qué obras no necesitan licencia-. En definitiva, cuando recibas dicha autorización, podrás hacer los siguientes pasos que también son importantísimos.

Escoger el lugar idóneo

Hay jardines que, desafortunadamente, pecan de ser poco espaciosos. Si es tu caso, no tendrás mucho margen de maniobra. Pero, ¿y si la zona exterior de tu hogar te permite elegir varios lugares para construir la piscina? De ser así, asegúrate de tomar una decisión óptima.

En primer lugar, la zona elegida ha de ser completamente plana, ya que en caso contrario, las posteriores labores de construcción resultarán mucho más complejas. Por otra parte, también es esencial que la orientación dé pie a que las horas de sol sean numerosas, disfrutando así de un agua más cálida que invitará a bañarte incluso en meses no tan calurosos.

Precisamente con el objetivo en mente de que la piscina reciba el impacto del sol durante la mayor cantidad posible de horas, es aconsejable que cerca de ella no haya ningún árbol. Así no solo evitarás la sombra, sino también la caída de hojas y de suciedad en general.

Continuando con lo referente a la ubicación, intenta que no esté excesivamente cerca del inmueble, así como tampoco de la calle o de las casas de los vecinos, ya que en tal caso el nivel de privacidad será bastante reducido.

Elaborar el diseño de la piscina de obra

Construir la piscina es uno de los pasos más importantes, pero para que sea exitoso, antes debes haber elaborado un buen diseño. Son numerosos los aspectos que entran en juego a la hora de tomar una decisión acertada, empezando por la forma. Si bien es cierto que cada una tiene sus pros y contras, las diferencias no son decisivas, así que déjate llevar por tus gustos visuales. Las rectangulares son las más tradicionales y fáciles de construir, pero en los últimos años, las redondas y con forma de riñón han visto aumentada su demanda.

En lo que respecta a las dimensiones, ten en cuenta que cuanto más grande sea la piscina, mayor será el desembolso a todos los niveles. No solo hablamos de la construcción en sí, sino también del llenado de agua, la depuración y filtración, etcétera. Aun así, si eres amante de la natación, es imprescindible que la piscina de obra sea mínimamente grande.

A la lista de aspectos a valorar hay que sumar la profundidad. El fondo curvado es ideal para aquellas casas en las que hay varios miembros de la familia con distintas alturas.

Excavar el terreno

Tras saber cómo será tu piscina de obra, ha llegado el momento de excavar. Para tal fin, lo primero que hay que hacer es determinar cuál es el perímetro. Puedes ayudarte de unas estacas hechas de madera, las cuales tras ser clavadas, te permitirán trazar el contorno por medio de cuerda cuyo grosor no sea excesivo. Seguidamente, la línea resultante debe ser rellenada con yeso.

Cuando hayas terminado, quedará claro cuál será el terreno a excavar, por lo que podrás empezar con una labor que parece requerir mucho esfuerzo, pero lo cierto es que resulta bastante sencilla e incluso rápida haciendo uso de una retroexcavadora. Para disponer de una, recurre a una empresa que ofrezca servicios con vehículos pesados para obras.

Un error que suelen cometer los principiantes consiste en no analizar previamente el terreno en busca de tuberías. Es esencial realizar este paso para cerciorarse de que, durante el proceso de excavación, no será dañada ninguna de ellas, independientemente de si está destinada a transportar agua, electricidad o, simplemente, desaguar.

Otro fallo habitual se resume en excavar solamente hasta la profundidad que pretenden que tenga la piscina. ¡Hay que dejar un mayor margen! De hecho, es algo que también resulta imprescindible para la pared. En ambos lados, conviene excavar entre 25 y 30 centímetros adicionales.

Aplanar y rellenar para que quede el conjunto bien compactado

Cuando termine el proceso de excavación, tendrás que otorgar uniformidad al conjunto, lo cual se consigue primeramente aplanando el terreno. En la mayoría de casos, el suelo en el que se construirá la piscina de obra no presenta firmeza. Entonces, hay que rellenarlo y compactarlo. La zahorra es el material que acostumbran a utilizar la mayoría de profesionales del sector.

Justo después de echar el citado material, toca hacer lo propio con el hormigón de limpieza, es decir, aquel que carece de funciones de carácter estructural. Ambos materiales terminan derivando en que el conjunto quede compactado de forma adecuada, por lo que el peso de la piscina no se traducirá en movimientos ni en pérdidas que exigirían llevar a cabo un proceso de reparación bastante costoso.

Colocar varillas

¿Recuerdas que antes hemos mencionado varios errores? A la lista hay que sumar otro más que consiste en poner el hormigón justo después del paso anterior. Sin embargo, en caso de hacerlo así, el nivel de resistencia dejaría un poco que desear. Todo lo contrario sucede si, entre medias, llevas a cabo otro paso que consiste en colocar varillas que presenten una forma cuadriculada.No solo han de estar en el suelo. Adicionalmente, también conviene que las coloques en las paredes a modo de ángulos. En líneas generales, con un mallazo es suficiente, pero hay profesionales del sector que optan por colocar un par de ellos a distintas alturas. En lo referente al grosor, asegúrate de que, como mínimo, es de 8 milímetros. Respecto al agujero de estas barras corrugadas, no debe ser superior a 20x20.

Instalar las tuberías

El refranero español dice que ‘cada maestrillo tiene su librillo’, lo cual se aplica en el proceso de hacer una piscina de obra. Y es que instalar las tuberías es un paso que algunos expertos en la materia realizan antes de la colocación de las varillas. En nuestro caso, preferimos hacerlo posteriormente.Indistintamente de si se hace antes o los profesionales optan por instalar las tuberías después, dichos conductos servirán para dar entrada al agua, así como salida. Del bombeo del líquido elemento también se encargarán las tuberías que deben ser instaladas por expertos en lampistería y fontanería para evitar problemas en un futuro.

Si tienes conocimientos y práctica de fontanería, lo único que tienes que saber es que las primeras dos tuberías se instalan entre las superficies que desempeñarán la función de paredes. El último conducto se colocará en el fondo.

Verter y alisar el hormigón

Se puede hacer una piscina de obra con hormigón mezclado por ti mismo, utilizando para ello grava, cemento y, por supuesto, agua. Sin embargo, el resultado en ocasiones no es demasiado bueno. Teniendo en cuenta la función tan importante que desempeñará, es fundamental que te asegures de que el mezclado es inmejorable. Es por ello que conviene adquirir una preparación realizada por expertos en la materia. Continuando con las características del hormigón, es reseñable que el que más recomendamos los profesionales del sector es el H250 junto a un impermeabilizante, de los cuales ya hablamos en el artículo que publicamos acerca de qué métodos y materiales se usan para la impermeabilización en la construcción.

En cualquier caso, asegúrate de que cuentas con ayuda, porque al mismo tiempo en que tú viertes el hormigón, alguien debe encargarse de aplanarlo y lograr que vaya expandiéndose por la base. Las planchas conocidas como llanas son de inestimable ayuda en este sentido.

Excederse en la vertida del hormigón sería contraproducente, así que no permitas que esto ocurra. Para evitarlo, simplemente establece una referencia y no te pases del nivel que marque la misma. Casi siempre suele utilizarse para ello una soga que cruce toda la superficie.

Acto seguido, tienes que alisar el hormigón. Cuando termines este proceso, el material ha de secarse por completo. Por otra parte, ten en cuenta que no solo existen encofrados y estructuras de hormigón, sino también de madera. Precisamente, un encofrado hecho de este material natural es esencial para evitar que el hormigón termine saliéndose cuando se proceda al vaciado. Impedir que esto suceda es fácil: lo único que tienes que hacer es colocar el encofrado de madera en el contorno de la piscina que estás construyendo.

Realizar la instalación eléctrica

La fontanería es muy importante, sí, pero en términos de relevancia no se queda atrás la electricidad. Y es que es esencial para la limpieza regular del agua a través del sistema de filtrado que, precisamente, funciona con dicha energía, la cual también se utiliza para integrar un sistema lumínico que será muy útil cuando te bañes en plena noche.Tras el vertido y alisado del hormigón, hay que llevar a cabo la instalación eléctrica. Siguiendo el ejemplo del paso de la fontanería, te recomendamos fervientemente que deposites tu confianza en expertos en electricidad, evitando así cometer algún error que puedas acabar pagando caro.

Construir las paredes

¿Te acuerdas de que en anteriores pasos hablamos de la colocación de varillas? Estos elementos verticales serán de gran ayuda para la construcción de las paredes de la piscina de obra.

Cada una de estas varillas presentará una base, en la cual debe verterse el hormigón y, posteriormente, colocar los ladrillos en el suelo. Cuando hayas terminado la estructura, revístela de hormigón. En los últimos años se ha extendido un proceso que recibe el nombre de gunitado, el cual sí o sí han de realizar profesionales experimentados para obtener un resultado óptimo. En Montero Construccions hemos hecho varios proyectos con esta técnica, consiguiendo que, a pesar de que los muros presentan un espesor bastante reducido, tengan un nivel de resistencia altísimo.

Añadir una capa que impermeabilice

Dicho paso no es estrictamente necesario, ya que si los anteriores se han llevado a cabo de manera correcta, la piscina por sí sola tendrá una buena capacidad de impermeabilización. Aun así, para que el resultado sea mejor si cabe en este sentido, puedes añadir una capa para tapar todos y cada uno de los poros presentes en el mortero.Debido a lo efectivos que son algunos de los aditivos que se comercializan hoy en día, la capa necesaria para impermeabilizar el conjunto no tiene por qué ser gruesa, sino todo lo contrario.

Rellenar los huecos que haya alrededor

Debido a cómo es el proceso de hacer una piscina de obra, alrededor de la misma acaban quedando unos huecos que no pueden quedarse así, sino que hay que rellenarlos. Este paso es mucho más sencillo que los anteriores.

El hormigón vuelve a ser de gran ayuda para que dichos orificios no acaben derivando en una falta de resistencia. Al contrario: el nivel aumentará al máximo, proporcionando al conjunto una enorme durabilidad.

Instalar el sistema de depuración

No hay nada peor que tener un jardín bonito cuya piscina deja que desear en lo que respecta al mantenimiento. Es esencial que el agua haga gala de un estado óptimo, para lo cual se precisa un sistema de depuración.

Después de haber rellenado los bordes, tocará instalar dicho sistema que conviene que esté un poco lejos de la piscina. En líneas generales, bastan diez metros. La zona en cuestión ha de ser plana, bien ventilada y espaciosa. En caso contrario, no podrás dar cabida en ella a los diversos elementos que darán pie a que el agua esté siempre inmaculada, desde las válvulas hasta la bomba de depuración.

Revestir la superficie

El último paso para hacer una piscina de obra consiste en revestir la superficie. No solamente nos referimos a la parte interna, sino también a aquella que es exterior. En este sentido, hay que decir que la lista de materiales por los que puedes decantarte es extensísima.

Los azulejos son una elección muy popular entre nuestros clientes. En efecto, no solo sirven para los cuartos de baño, tal como vimos cuando hablamos sobre cómo elegir los azulejos y revestimientos para la reforma de tu baño. Lo cierto es que también son ideales para revestir las piscinas, sobre todo por lo bien que se llevan con el agua, así como por su durabilidad.

Por supuesto, hay muchos otros materiales entre los que elegir, como el gresite, amén del microcemento. En lo que respecta a la coronación, es importantísimo que, sea cual sea tu decisión, se trate de una superficie que no deslice lo más mínimo. Así evitarás accidentes.

Una buena elección es la de colocar parquet de exterior, material que analizamos en nuestro artículo sobre qué tipos de parquet hay y cuál elegir. Visualmente, queda muy bien revestir el borde de la piscina con el mismo suelo de alrededor, lo cual exige saber de antemano qué tipos de pavimentos exteriores hay y cuál elegir. Eso sí, cerciórate de otorgarle a la coronación algún centímetro adicional de altura respecto al suelo, ya que en caso contrario, el agua sucia terminará penetrando en la piscina y tendrás más trabajo a la hora de limpiarla.

Ahora que ya has terminado tu piscina de obra, ha llegado el momento tan deseado de empezar a disfrutar de ella. Cuando concluimos este tipo de reformas en Costa Brava, al ser una zona de clima bastante cálido, nuestros clientes pueden gozar de refrescantes baños de junio a octubre. Pero, ¿qué pasa si eres muy friolero o vives en un lugar cuyas temperaturas son más reducidas? En tal caso, infórmate sobre la instalación y beneficios de techos verdes: un enfoque sostenible. Y es que algunos propietarios de inmuebles deciden colocar no solo plantas y césped en el tejado, sino también placas fotovoltaicas -contratando para ello a expertos en instalación de placas solares- para que el agua de la piscina esté climatizada, dando pie a que incluso en invierno puedan sacarle partido.